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Vida útil/consejos prácticos para el cuidado de cajas térmicas, refrigeradores y termos de vacunas

Cuando se trata de almacenar y transportar vacunas, es crucial comprender la vida útil de las cajas térmicas, refrigeradores y termos. En este artículo, exploraremos la duración esperada de estos equipos esenciales y proporcionaremos consejos prácticos para su cuidado adecuado, asegurando la efectividad y seguridad de las vacunas.


Las cajas térmicas están diseñadas para mantener las vacunas a la temperatura adecuada durante el transporte. Su vida útil puede variar según la calidad del material y la frecuencia de uso. En general, las cajas térmicas bien mantenidas pueden durar entre 3 y 5 años. Es esencial revisar regularmente el estado del sellado, las juntas y las cremalleras, y reemplazar cualquier componente desgastado para mantener su eficacia.


CUIDADOS

• Limpia regularmente la caja térmica con agua y jabón suave.

• Verifica las juntas de sellado y reemplázalas si están desgastadas.

• Almacena la caja en un lugar seco y fresco cuando no esté en uso.

• Evita golpes y caídas que puedan dañar la estructura.


Los refrigeradores específicos para vacunas son necesarios para el almacenamiento a largo plazo. La vida útil de un refrigerador de vacunas puede oscilar entre 5 y 10 años, dependiendo de la calidad del equipo y el cumplimiento de las pautas del fabricante.


CUIDADOS

• Realiza un mantenimiento regular según las recomendaciones del fabricante. • Calibra la temperatura periódicamente y verifica su precisión.

• Inspecciona los componentes internos, como los ventiladores y los sistemas de refrigeración.

• Evita la sobrecarga y asegura una buena circulación del aire en el interior.


Los termos de vacunas son utilizados para el transporte de pequeñas cantidades de dosis. La vida útil de un termo puede variar, pero generalmente se encuentran en el rango de 2 a 5 años. Es crucial mantener los termos limpios y en buen estado, asegurándose de que las juntas y las tapas estén bien selladas para evitar fugas de temperatura.


• Limpia y desinfecta el termo regularmente.

• Verifica las juntas de sellado y reemplázalas si es necesario.

• Evita exponer el termo a altas temperaturas o al sol directo.

• Manipula el termo con cuidado para evitar daños en las paredes aislantes.


El conocimiento de la vida útil de las cajas térmicas, refrigeradores y termos de vacunas es fundamental para garantizar la calidad de las dosis. Siguiendo los cuidados adecuados, puedes maximizar la vida útil de estos equipos y mantener la integridad de las vacunas durante el almacenamiento y transporte. Recuerda siempre seguir las instrucciones del fabricante y realizar un mantenimiento regular para asegurar un rendimiento óptimo y la protección de la salud pública.


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